Un momento...

02 de mayo de 2025

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17 de julio de 2023

UNA CARTA PARA EL CLUB DE LOS QUE NO DAN MÁS

Leandro Beier

Tiempo de lectura: 4 minutos

Bahía Blanca, 20 de Julio, 2023

Amiga y amigo:

Que como dice Antolín sos “demasiado viejo para morir joven”, que has pasado por los tratamientos psicotrópicos de largo plazo, recapatdores de serotonina vayan: Fluoxetina, Escitaloram, Sertralina, Venlafaxina. Que tratás de domar ataques de angustia y sin sentido con Benzos, cada vez más, cada vez pegando menos. Que te asedia la ansiedad sin sentido y la deep angustia. Que fuiste joven e idealista, escribiste panfletos, militaste la 125 y mirabas en 678 un recital de los Reyes del Falsete. Que se te mezclaron privilegios de clase y formación académica con “el territorio”, que te peleaste porque el pobrismo, el entrismo, la endogamía, que ves a los y las que te pasaron. A vos amiga y amigo, roto y perdida, sin fe; que confiás triste en lo horrible de la política, que quedaste en medio de la deconstrucción, neoliberal nativo, becarios y becarias, empleados estatales que trabajan de hacer que trabajan, amigos y amigas del mundo informal que bancan nuestra tristeza clasista, amigos y amigas que trabajaron de pibes en una maderera por ejemplo, amigas y amigos que vinieron del interior a la ciudad y siempre con un pie allá y otro acá. Y escribieron poemas, canciones, recorrieron el under de recital en casa cultural recital en un living, que amaron el indie y los sentimientos cuando el vozarrón estatal tenía todas las respuestas. Amantes de la ciudad y su ruido en la noche oscura. Amantes de la noche silenciosa pampeana. Amigos y amigas que cruzaron Alem y viven atrás del canal, calles inundadas, una asfaltada otra de tierra con tres Dunas y un Polo muriendo en la vereda. Amiga y amigo de la pandemia depresiva. Amigo y amiga que rompiste con nietzche en la mano el valor de la familia tradicional pero no engachaste ninguna frecuencia del amor formateado, higienista, libre de pecado, preconcebido y sobre etiquetado frontalmente. Amiga y amigo que pensás todo el día en tu mamá tu papá tus hermanos. Amigo que fumás todo el día y me decís que querés trabajar pero para qué? Amigo y amiga que fumás todo el día mirando programas viejos, una serie de moda y una de culto. Amigo y amiga de stories ridículas y desfasadas que suspendiste redes solo por un tiempo. Amiga y amigo con hielo en los deseos, noches rancias matcheado en tinder y mirando Reels de Instagram. Quiero decirte. El Mató sacó un disco, y no nos va ayudar.

El éxito nos deprime. Las redes deprimen. Yo me quise hacer el vivo con el aceleracionismo y al final soy un vago melancólico

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Amiga, amigo. Sos un diamante roto y no le importás a nadie. Bueno en eso, El Mató parece nunca correrse. Canciones para destruidos y destruidas. Para la ficha técnica de guitarras, y sintes, Sonic ranch, la progresión sonora (continuidad directa del anterior) que sin dudas y todo el tiempo -y más de lo que Santi anda declarando- está en el indie norteamericano (y este disco tiene en particular, una resonancia strokera RCA que es evidente; y hermosa) dejémoslo para Indie Hoy.

En todo caso amiga y amigo un disco nunca va a solucionar nada. Pero, por lo menos te puede decir, no estás tan solo. Tan sola. Estos pibes siempre enganchan con la época, o al menos la nuestra. Oh “la estructura de sentimientos”.  En 2017, dos años después del macrismo sellaron la sensación del ambiente: depresión sin épica. ¿Pudo alguien haber hecho un diagnóstico mejor? Ese verso en esa canción de amor está para muchos de nosotros cargada de psicotrópicos clase IV venta bajo receta archivada. ¿Se puede vivir así? Fito, vos que la cantaste con Santiago, ¿se puede vivir al lado del camino?

Amigo y amiga de stories ridículas y desfasadas que suspendiste redes solo por un tiempo. Amiga y amigo con hielo en los deseos, noches rancias matcheado en tinder y mirando Reels de Instagram

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Amiga y amigo. Al final tanto para decir lo mismo. El Mató no le canta al éxito, verla desde la cima, juntar dólares (¿juntar dólares?). El Mató no es aspiracional, bresh pop y trap. Le canta a la derrota. Y menos mal. El éxito nos deprime. Las redes deprimen. Yo me quise hacer el vivo con el aceleracionismo y al final soy un vago melancólico. Amiga y amiga. Perdimos todos en estos años. Es así. Incertidumbre total. Si hay una luz, está en el messias universal. Fuera de eso estamos en el fondo. Amiga y amigo, bueno, hay un disco nuevo, y entre otras, tiene una canción que es una oración. El Mató y su misticismo en las cosas (soñamos con un auto mejor). La dejo acá y copio la letra. Te abrazo.

Después de tanto caminar

Y ver los días de oro pasar

Es tiempo de un segundo plan

Después de construir un altar

Bajo la noche de un verano frío

Es tiempo de un segundo plan

Quiero saber a dónde ir

Quiero saber a quién seguir

Todo lo que me importa no existe más

Quiero saber por quién morir

Rompiendo todo a mi alrededor

Mirando como todo se termina

Es tiempo de un segundo plan

Después de conducir sin parar

Sobre el volante mis manos heridas

Es tiempo de un segundo lugar

Quiero saber a dónde ir

Quiero saber a quién seguir

Todo lo que me importa no existe más

Quiero saber por quién morir

Necesito regalarte todo

Ver que algo se revela siempre al final

Un escudo de metal te protege a vos

A vos

Tu reflejo que emerge gigante

Voy a adorar

Quiero saber a dónde ir

Quiero saber a quién seguir

Todo lo que me importa no existe más

Quiero saber por quién morir