Desde hace 10 años, los que formamos y dirigimos Panamá Revista tratamos de sostener un compromiso con nuestros lectores: priorizar lo que se dice por sobre el desde dónde se lo dice. Al autor y a la persona por sobre los dogmatismos rígidos y las ideologías de circuito cerrado. Hacer de nuestra propia identidad un punto de partida, y no un punto de llegada. Un principio de libertad y no una cárcel.

Sostener este principio se vuelve particularmente desafiante en un mundo editorial cuyo mainstream propone exactamente lo contrario: el negocio cómodo de las burbujas de sentido algorítmicas, el nicho polarizador y la impugnación del adversario. Es un desafío que aceptamos y ante el cual hoy redoblamos la apuesta: Panamá va a crecer en sus propios términos, ampliando la oferta de textos, análisis y opiniones, sumando entrevistas y material gráfico, creando secciones nuevas y mejorando las que ya teníamos. Nos tiramos a la pileta, y para eso necesitamos también de ustedes.

Creemos que a lo largo de estos años hemos consolidado una comunidad de lectores; una suerte de ciudadanía panameña sin pasaporte, que participa y retroalimenta el espíritu de nuestra revista. Un je suis Panamá del que estamos orgullosos. Por eso hoy les pedimos que nos ayuden a “bancar este proyecto” para que podamos seguir ampliándonos y creciendo. Contra toda evidencia, siempre creímos que el cielo es el limite. Nuestro contenido seguirá siendo gratuito y libre, esa es nuestra decisión. Así nacimos y así seguiremos viviendo. Por eso es tan importante contar con esta little help from our friends. Parafraseando a un malogrado presidente norteamericano, la pregunta hoy no es qué puede hacer Panamá Revista por usted, sino qué puede hacer hoy usted, lector fiel, por Panamá Revista.

¡¡Muchísimas gracias!!