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Domingo 17. 23.31

Ayer sobre las 19, después de una presión atomsférica aplastante, sobre el horizonte aparecieron unas nubes negras, violáceas, imposibles de describir. A los minutos ráfagas de 180 km y una pantalla de lluvia que invisibilizó todo. Y se fue la luz.

Y se cortaron los datos. Venían de a ratos con mensajes en wsp que advertían de catástrofe y muertos. En el monoblock soviético que vivo, las cosas no parecían sacudirse tanto. Pero a partir de ahí, se quebró algo. Eran las 22. Aún así me fui a dormir pensado que a la mañana estarían las luces prendidas y el drama y las informaciones, vaya a saber por qué, no fueran ciertas.

7.00 am. Sin luz. Un minuto se datos: confirmación de 13 víctimas fatales en un evento de Patín en el club Bahiense del Norte. Servicios caídos. Salí a caminar por mi barrio, Alternativa Bahiense, atrás del canal, y lejos del macro y micro centro. El paisaje desolador. No hay un poste eléctrico en pie, no hay un árbol en pie, mamposterías caídas, calles llenas de cables, ramas, autos sobre mitad de cuadra. Y Vista Alegre dónde dimos una mano a un amigo por el desprendimiento de parte de su techo, peor, casas y casas y casas sin techo. El sonido de motosierras que cortaban árboles entre techos, rejas, autos. Los galpones de transporte y pymes sobre Don Bosco destruidos, abollados, retorcidos. ¿Que economía va a levantar esto?

Enchufé el celu a la compu y enganché una FM. LU2 con su emisora AM partida salió por 92.7. Confirmamos noticias, escuchamos al intendente, gobernador, presidente. Cada tanto conectaba tratando de regular la batería, escuchaba mensajes de oyentes: barrios sin luz, preocupación por robos, algunos que aprovechaban para vender hielo al doble que ayer, otros donaban barras de hielo para conservar insulina, otros ofreciendo freezers para medicamentos, otros ofreciendo motosierras para sacar ramas, otra que dijo que dos pilas le cobraron $4000 pero no le importó porque la radio fue su compañía todo el día.

Micro y macro centro tienen tendido eléctrico subterráneo. Se va restituyendo. Mejor, los hospitales están ahí. Hacia la periferia hay tendido aéreo. Vamos a pasar días sin luz. No hay un poste en pie y que el está tiene un árbol arriba.

Mi vecino de 17, el messista que abracé hace un año cuando tuvimos la última alegría real, arregló en una garita de colectivos el puerto de carga para celulares y nos avisó a cada uno puerta por puerta. Otra vecina repartió velas.

Se murieron personas. Gratuitamte. Todos estamos a oscuras y angustiados. Nadie puede explicar que siente. Hoy lloramos todos.

Somos los cosas, las cosas nos miran, afectamos nos afectan, somos vector de otro vector, somos un polo petroquímico 24/7, somos EDES, somos los que tiramos la basura fuera de horario, somos dependientes de un espejo de agua a 100km que en 2014 se secó. Bahía hace por lo menos 5 años tiene veranos infernales, 35°, 37°, 40°. Ayer hervimos y explotó el cielo. Somos el calentamiento global. Perdón lo pretencioso. Es que negar la agenda ambiental es otro delirio.

Claro la puta que te parió. Está y las otras telefónicas administran un servicio público esencial. Un desastre. Se les cae una antena y nadie pudo hablar con nadie. Por ende todo el mundo salió a ver qué pasa, sin noticias, sin poder hablar con familiares, con la circulación peligrosa. ¿No tienen un backup, un sistema de emergencia?

Somos frágiles, endebles. Internet es un cable que se corta de nada y te apaga el mundo. Somos vulnerables: lo que se da por sentado no existe. Nada. Todo puede explotar a cada momento. Tendremos que rearmarnos. Estado y sociedad se tendrán que dar tregua. Confianza y trabajo articulado. Bahía hoy doy todo por vos. Rezo por vos. Y que la motosierra presidencial no nos corte la mano. Nos tenemos que salvar todos.

(Fotos del autor, de su barrio Alternativa Bahiense)